Seguidores

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Todavía recuerdo aquellos besos en el hombro que me dabas.
Me volvía frágil. Volvías a hacerlo y yo me sonrojaba hasta llegar a un tono rojo pasión. Eso siempre me calmaba y me hacía decir "te quiero" entre susurros.
Más tarde cuando llebábamos un rato en silencio, te acercabas a mi oído y lentamente pronunciabas lo mismo sonriendo. Diciéndome que nunca habías sido tan feliz. Y que gracias a mí, las cosas en tu casa eran más tranquilas. Te daba igual lo que pasase, te daba igual si estabas conmigo. Volvías a besarme (pero ahora en los labios) era un beso largo, y a su vez, apretabas tu nariz contra mi cara, fuerte, como si no quisieras que todo se acabase. Que me quedase contigo. Me sonrojaba de nuevo.
Hace poco me dijiste que si tuvieras un motivo por el que quedarte, que quizá no te irías. Sino que te quedarías conmigo. Salió de la comisura de tus labios. Lo recuerdo.
Y ahora me toca a mí decirte algo.
- No te quedes si te sientes obligado, quédate porque quieres quedarte.
Tus decisiones, sean malas o buenas, siempre terminarán siendo al fin y al cabo tuyas. Así que diga lo que te diga la gente, eres tú el que decide. Tu futuro depende de que tu presente y tú, decidan.
Porque a día de hoy el ocho se ha convertido en mi número favorito.
Parece tan difícil que me duele, pero te aseguro, que a mi lado lo convertiré en más fácil. Conseguiré que me eches de menos sin motivo, que tan sólo nos llamemos para recordarnos que nos queremos. Que más adelante todo salga como queramos que sea. Porque todo estará bien. Y haré que los ochos también se conviertan en tus días favoritos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario